Green Cooling Initiative

La refrigeración es una parte esencial de la vida cotidiana. Necesitamos refrigeración para mantener las cadenas de frío y poder conservar los alimentos frescos, almacenar vacunas y medicamentos de manera segura, o incluso aumentar la productividad en lugares de trabajo y escuelas gracias al aire acondicionado. La refrigeración es una necesidad básica para todos.

Sin embargo, los efectos positivos de la refrigeración también presentan aspectos negativos. El sector de la refrigeración y el aire acondicionado (RAC, por sus siglas en inglés) es un gran emisor de gases de efecto invernadero (GEI). Esto se debe a dispositivos que no son eficientes energéticamente y al uso extendido de refrigerantes con un alto potencial de calentamiento global (PCG). Muchos sistemas de aire acondicionado y refrigeradores contienen sustancias que son hasta 15.000 veces más perjudiciales para el clima que el CO2. A escala mundial, el sector RAC es cuatro veces más perjudicial para el clima que el tráfico aéreo.

Para satisfacer las necesidades vitales de la población mundial y garantizar la protección climática es clave proporcionar soluciones de refrigeración que sean respetuosas con el clima a la par que energéticamente eficientes. Para ello, la refrigeración verde desempeña un papel vital.